Mónica sale del portal de su casa hacia la calle, vive en un impersonal bloque de pisos de clase trabajadora. En el entorno y en la actitud de la chica vislumbramos una vida gris y nada fácil.  Mónica se da cuenta de que ha olvidado algo, se gira para regresar a casa, mete la llave en la cerradura del portal, pero la llave no gira. Mónica, estupefacta, descubre que éste no es el portal por el que salió hace un momento, ni siquiera ésta es su calle, ni tampoco su ciudad…  un hombre se le acerca y le da un beso, le habla con cercanía y cariño, como si fuera su pareja... 

 

 

¿DÓNDE ESTÁN LAS LLAVES? Habla de una chica que un día mira a su alrededor y no reconoce su vida, ni a su pareja, ni el que se supone su hogar, por maravilloso que todo esto parezca. Nuestra llave no abre nuestro portal sino el de otra casa, de otra realidad...​

 

​¿DÓNDE ESTÁN LAS LLAVES? habla de otras vidas que no son la nuestra, de los deseos, de lo que puede pasar si se cumplen esos deseos, y del precio que hay que pagar por ello. Habla de saber mirar hacia otro lado, de no hacerse preguntas cuyas respuestas pueden devolvernos a nuestra cruda realidad, y de dejarse llevar: De lo fácil que es dejarse llevar por la suave brisa de la placidez. ​